Líderes sindicales, académicos y legisladores debatieron sobre la
conveniencia de abrir el sector. La competencia y el acceso a la
tecnología se mantienen como los principales temas de discusión.
Senadores, líderes sindicales y especialistas debatieron este viernes el planteamiento de apertura total a la inversión extranjera en la propuesta de reforma en telecomunicaciones.
El senador Manuel Bartlett Díaz criticó que se pretenda abrir las telecomunicaciones y la televisión al 100 y 49 por ciento, respectivamente, al capital extranjero.
En los Foros de Consulta sobre la Reforma en Telecomunicaciones que se llevan a cabo el Senado, la apreciación de Bartlett Díaz abrió el debate en el que el panista Javier Lozano Alarcón se pronunció a favor de abrir más el sector al capital foráneo.
“Creo que es útil para la competencia, para la tecnología, para los
servicios y para los usuarios por la mayor calidad y mejores servicios y
tarifas, y no por ello perdemos soberanía”, opinó el legislador
panista.
El senador del Partido Acción Nacional (PAN) comentó que junto con la inversión extranjera directa vienen las empresas, los empleos, la experiencia y los contenidos.
Advirtió que “limitar artificialmente las cosas no es una buena
receta, porque si se ponen límites al servicio y a la tecnología tarde o
temprano nos vamos a encontrar con una realidad”.
El ex secretario del Trabajo resaltó que no era necesario crear órganos autónomos de Estado a nivel constitucional para regular actividades económicas, otorgamiento de concesiones y planeación del espectro radioeléctrico.
Bastaba con reforzar a los reguladores existentes como las comisiones
Federal de Competencia (CFC) y Federal de Telecomunicaciones (Cofetel),
con lo que se les daba más autonomía y se reforzaban sus facultades,
pero no las saca del ámbito de la Administración Pública Federal.
En tanto, Bartlett desdeñó el argumento de incrementar la inversión extranjera
para aumentar la competencia y bajar los precios, pues a su juicio es
un asunto de poder político y los principales interesados de que se abra
el sector son las agencias económicas de Estados Unidos.
Subrayó que este es un asunto político por encima de todas las cuestiones tecnológicas que son importantísimas.
En su opinión, ante la voracidad del capital extranjero se corre el
peligro de que compren las telecomunicaciones, por lo que “tenemos que
cuidar nuestra nación antes que nada”.
Aclaró que le parece muy extraño que hasta hoy no se
hubiera tocado para nada el tema de la inversión extranjera, la cual es
de una enorme importancia porque no es cierto que el sector ya esté
abierto a ésta, por lo menos en la legislación mexicana.
En su oportunidad Raúl Trejo Delarbre, del Instituto de Estudios para la Transición Democrática, consideró que es pertinente que haya una limitación a la inversión extranjera en radiodifusión.
Sin embargo advirtió que pese a la restricción que establecen tanto la Ley de Radio y Televisión como la de inversión extranjera de todos modos hay presencia de dinero foráneo en medios digitales.
Advirtió que lo importante para asegurar el interés nacional en este
tipo de empresas es la regulación, por eso se sugiere que haya un
organismo con plena capacidad de regulación y se sugiere que en la ley
reglamentaria haya lugar para los contenidos nacionales.
En su ponencia, Trejo Delarbre exigió que la reforma sea aprobada y
en caso de que se le hagan ajustes sean mínimos y que no se alteren los
principios que la articulan.
Exigió al Senado seriedad y la responsabilidad que la sociedad demanda para que “tengamos el nuevo régimen de telecomunicaciones y radiodifusión que establece la reforma constitucional”.
En tanto Francisco Hernández Juárez, líder del
sindicato de telefonistas, opinó que es un mito que abrir el sector al
100 por ciento a la inversión extranjera solucionará muchos de los
problemas del sector.
“Lo que sí podemos afirmar es que la extranjerización de éste nos
haría perder capacidad de maniobra y soberanía en un sector determinante
para el ascenso del país, y un ejemplo de esto es la banca”, opinó.
Tampoco significaría, en su opinión, más empleos y lo más probable es
que si se da la posibilidad de inversión al 100 por ciento lo que harán
estos inversionistas será comprar algunas de las empresas y no crear
otras.
El líder sindical propuso ampliar el acuerdo político por México
para que haya una participación más amplia de la sociedad y propuso un
artículo transitorio donde se consideren los derechos laborales de los
asalariados.
(Con información de Notimex)
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